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La Comisión Europea propondrá a mediados de 2006 la creación de una base imponible única para el impuesto de sociedades en toda la UE con el objetivo de reducir las cargas administrativas y eliminar los obstáculos fiscales a las empresas que operan en varios Estados miembros, según anunció ayer el comisario de Fiscalidad, László Kovács.
Kovács explicó que cinco Estados (Reino Unido, Irlanda, República Checa, Estonia y Eslovaquia) se oponen a esta iniciativa, por lo que la Comisión se plantea que la armonización tenga carácter voluntario para los países miembros, a través de lo que denomina 'cooperación reforzada'.
'Ello simplificaría mucho la situación que tenemos hoy. Las 25 formas diferentes de calcular la base se verían reducidas a seis: una común para 20 países y otras cinco para los Estados reticentes', explicó el responsable de Fiscalidad, informa Europa Press. Los trabajos para redactar la propuesta ya han comenzado con grupos técnicos donde están representados todos los Estados.
El Ejecutivo comunitario quiere que esta base única para el impuesto sea 'muy simple, sin excepciones, exenciones o regímenes especiales' ya que, de lo contrario, sería difícil alcanzar un acuerdo. Kovács espera lograrlo antes de que termine el mandato de la actual Comisión, en 2009.
En todo caso, Bruselas descarta una armonización total (incluidos los tipos de gravamen) del impuesto, señalando que se trata de una competencia de los Estados nacionales.
Aduanas
La armonización se persigue no sólo en el impuesto de sociedades. La intención de la Comisión es acortar la burocracia en multitud de procedimientos. Bruselas pretende, entre otros, modernizar el código de aduanas actual, potenciando el uso de tecnologías de la información.
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